martes, 21 de septiembre de 2010

A PROPÓSITO DE “LA PIURA QUE QUEREMOS”


Por: Pablo Vega Centeno S.L.

El día sábado 18 tuve el placer de participar como panelista en el FORUM “Piura, la ciudad que queremos”, organizado por el Colegio de Arquitectos – Regional Piura, donde expusieron sus ideas cinco candidatos a la Alcaldía de Piura, Janet Feria de Acción Popular, Wilmar Elera de Alianza para el Progreso, Marco Vargas del Partido Aprista Peruano, Oscar Miranda de Alianza Unidos Construyendo y Hermer Alzamora del Partido Popular Cristiano.

Este debate estuvo marcado por una actitud propositiva de parte de los candidatos participantes, quienes priorizaron la exposición de sus ideas a las puyas a sus contrincantes. Se plantearon problemas importantes como la necesidad de resolver la evacuación de aguas, el desarrollo de una política de seguridad ciudadana, la recuperación del río o la gestión de residuos sólidos.

Se expusieron propuestas y ello es elogiable en un contexto electoral donde la desesperación por ofrecer obras municipales suele ocultar la inexistencia de proyectos urbanos. Sin embargo, la construcción de un proyecto de ciudad como el que proponía este Foro organizado por el Colegio de Arquitectos es todavía una tarea que se encuentra en sus primeros pasos.

Es fundamental que la ciudadanía y los candidatos discutan con mayor profundidad las visiones que se tienen de ciudad con calidad de vida para todos. En la medida que estamos más preocupados por sobrevivir en nuestras ciudades, no nos damos el tiempo de pensar hacia dónde vamos y qué queremos. Es por ello, que propongo algunos temas para que tanto los candidatos como la ciudadanía piurana en general se tome el tiempo de reflexionar.

En primer lugar, si bien hay coincidencia de parte de los candidatos en hacer una ciudad moderna y hermosa, es fundamental aclarar qué estamos entendiendo por “ciudad moderna”. Por ejemplo enormes inversiones en espectaculares obras viales expresan un tipo de modernidad pero hace más de 30 años que ha dejado de ser la mejor opción en las ciudades del primer mundo. La modernidad del siglo XXI es sinónimo de gente disfrutando de la ciudad caminando por sus calles. Por ello, en muchas ciudades lo primero que se hace es estudiar cuáles son las necesidades de desplazamiento de la población para, según ello, dar facilidades para el peatón, luego al ciclista y al transporte público y sólo al final al automóvil privado. Se trata pues de construir una ciudad equitativa, donde atendamos primero a los más vulnerables. En esta perspectiva es importante que preguntemos a nuestros candidatos a quién van a dar prioridad en su gestión, ¿al auto privado o a la gente que camina y al transporte público?

En segundo lugar, de acuerdo a la visión de ciudad moderna que tengamos, tenemos que preguntar a nuestros candidatos y candidatas cómo se van a relacionar con el capital inmobiliario. En la actualidad, si una ciudad ofrece potencialidades como centro de servicios, atraerá la inversión inmobiliaria, lo cual es muy positivo para la ciudad. Sin embargo, la única institución que es capaz de generar una adecuada relación entre espacios públicos y privados es el municipio. Si no se ponen reglas de juego claras a las inversiones privadas que alimenten los espacios públicos de la ciudad, corremos el riesgo de construir una ciudad fragmentada. Este modelo al final es nocivo tanto para la ciudad como para la propia inversión inmobiliaria, que no se valorizará al mediano plazo. Por ello, es necesario interpelar a las y los interesados a la alcaldía a que planteen claramente cómo van a relacionarse con el capital inmobiliario.

En tercer lugar, es importante que los candidatos y candidatas propongan respuestas integrales al problema de la seguridad urbana. Si bien es importante una estrategia compartida con la Policía Nacional, la municipalidad debe saber ofrecer propuestas de integración social a aquellos sectores de población que se asumen como marginales. Por ejemplo, a la población juvenil susceptible de participar en grupos violentos se le debe ofrecer espacios y actividades que estimulen su creatividad. En esta perspectiva, es importante saber qué piensa realizar cada uno de las y los candidatos.

Finalmente, la visión de ciudad debe estar insertada en un plano regional e internacional. Actualmente la economía mundial favorece aquellas ciudades que brindan condiciones atractivas para determinadas funciones globales. En el caso de Piura, existen potencialidades para atraer capital humano orientado a servicios especializados que satisfagan empresas que operan en la región. Es por ello necesario preguntar a las candidatas y candidatos cuál es su proyecto para la ciudad en el marco regional, cómo piensa relacionar a Piura con otros centros urbanos y con el Gobierno Regional. En este contexto, la manera como sean planteadas las centralidades urbanas de Piura, así como la política cultural que en ella se desarrolle, jugarán un papel decisivo para su futuro.

Piura tiene muchos problemas, pero también tiene muchas fortalezas que nos permiten soñar un futuro con calidad de vida. Para ello, es necesario que la ciudadanía en general se comprometa activamente con ella y no solamente sus líderes políticos. Esperemos pues que Foros como el de este sábado marquen las pautas de un escenario de discusión que debería permanecer incluso luego de esta coyuntura electoral.

PIURA: ¿QUE CIUDAD QUEREMOS?


Por: Miguel Godos Curay

Piura, nuestra querida Piura es una ciudad con la vida en un hilo. Recortada con tijera por niños traviesos y faltosos que se empecinan en poblarla de invasiones, vulnerando el derecho a la propiedad y fomentando la aparición de tugurios ahí en donde deben ubicarse áreas verdes. En tolerar, hasta el extremo del abuso, la publicidad ahí en donde antes había cielo limpio. El colmo de los colmos es la autoridad perdida. Las empresas que colocan armatostes son como los malos vecinos a quienes poco importan las ordenanzas ediles. No somos el lejano oeste porque estamos peor que esas películas de pistoleros donde siempre se impone la ley.

La ciudad, nuestra ciudad es un asco, un vaho de estercolero hediondo invade el desordenado y hacinado mercado pero nosotros acostumbrados a la mierda potable no lo percibimos. Los puteríos autorizados no están el kilómetro siete. Están en el centro de Piura y a menos de cien metros de un colegio estatal de niñas. Nuestra zona industrial no debe llamarse así sino zona “prostibular”. Y eso que hemos clamado a Dios en el Estadio Miguel Grau que perdone nuestros pecados y que de ahora en adelante seremos como los arrepentidos buenos aunque tenemos fama de pendejos.

Últimamente, somos atractivos para la inversión y con ritmo febril se construyen no uno sino cuatro centros comerciales gigantescos. Por supuesto hay nuevas demandas de servicios públicos. Habrá impactos deseables pero también indeseables. ¿Qué pasará con los desordenados mercados? ¿Soportarán el marketing de los agresivos vendedores? Frente a la UNP se ha destrozado la cinta asfáltica y el jirón Ayacucho es un nuevo embudo. De la vieja Piura sólo queda las cinco letras de su nombre. Somos una ciudad en donde sus antañonas y hermosas casonas han sido demolidas. Somos una ciudad molida, hecha polvo y en escombros por las obras públicas que se realizan en todos sus extremos. Las empresas telefónicas, las contratistas del agua potable y alcantarillado compiten en este concurso interminable de zanjas y huecos. Según nos dicen para mejorar. Nuevos pozos para almacenar agua hay en Micaela Bastidas, en Santa Rosa y Chiclayito. Habrá suministro de agua pero hay que administrarla bien con micro medición para que no haya desperdicio.

Los amantes del turismo de aventura deben venir a Piura y recorrer el tenebroso circuito entre el mercado, la Sánchez Cerro una avenida que no es avenida porque los propietarios de los establecimientos comerciales con inaudito afán de notoriedad arrancan los árboles de cuajo y el jirón Loreto convertido, durante las peligrosas noches, en un burdel callejero. Según los “expertos en seguridad” es el corredor favorito de los rateros, de la polución, la basura, el agua de alcantarilla y el comercio ambulatorio. Este año para el desfile del 28 de julio se escogió una avenida menos hedionda. Aquí entre claxones se respira aire inmundo cargado de plomo.

Piura cambia cuando se ilumina. Pero al mismo tiempo se hacen visibles sus linduras. Esos contrastes de la incapacidad para administrar una ciudad. En Piura, sólo en Piura y en sus provincias, se remodelan plazas de armas en buen estado por sumas cuantiosas para perforar presupuestos. Finalmente se altera el paisaje urbano y surgen empresas constructoras expertas en coludirse descaradamente con la autoridad para robar. Lo mismo sucede con los proveedores del vaso de leche. Las vacas corruptas tienen nombre propio. Todos lo saben y consienten. Nadie absolutamente nadie ha tenido el coraje moral de la denuncia por el temor fundado en la administración de justicia. Todo se amarra en una trenza inagotable de inmoralidad.

Como somos amantes de la inseguridad reubicamos poblaciones sobre territorios inundables cerca al centro de la ciudad. Somos una ciudad con estadio pero parecemos un estadio con ciudad. Nuestro deporte favorito ya no es el fútbol sino el amor a Dios. Las iglesias nos quedan chicas y llenamos a bote el estadio. Somos una provincia con dos tumores cancerosos producto de la irresponsable actividad minera informal aquella que usa cianuro y mercurio. La que contamina las fuentes de agua y la agricultura. Las Lomas y Tambogrande, se envenenan velozmente. Ningún candidato toca el tema. Mañana nuestras verduras tendrán alto contenido de veneno. Ahí donde no se permitió la minería formal la informal se destornilla de risa.

Cuando hablamos de ¿cómo enfrentar la inseguridad? estamos a punto de llamar a la Fuerza Armada porque a decir de los expertos ediles ya no tienen con quien pelear y que por lo menos debería estar espantando malandrines. Se habla de patrulleros, legiones de policías, cámaras filmadoras, las que probablemente como los semáforos no funcionen cuando más se les necesite. Se enfrentan las consecuencias y no las causas. Las causas son la escasa inversión municipal en los colegios de la periferia. Muchos no tienen ni agua potable. Ahí la frustración incuba y las drogas y el alcohol detonan el pandillaje. En muchos sectores de Piura el Municipio ahorraría muchos soles comprando y reciclando basura. En Curitiba (Brasil) el arquitecto Jaime Lerner reunió al municipio, la empresa privada y la sociedad civil y logró una ciudad limpia, ordenada y oxigenada con áreas verdes a partir de la basura acumulada. El serenazgo, nuestro serenazgo es un artificio municipal porque con funciones tan limitadas poco se puede hacer. Perseguir ambulantes no es seguridad ciudadana. Después de eso nada. Estamos igual de inseguros.

La ciudad es un verdadero dolor de cabeza para un alcalde y sus regidores. Sin ordenamiento territorial no es posible recuperar el río contaminado ni ordenar el crecimiento de la ciudad. Sin autoridad no es posible preservar el orden, el respeto, la calidad de vida y los valores cívicos que hacen que los ciudadanos sientan afecto por ciudad. Con regidores capaces una sesión de concejo deja de ser un convite de peleles engordados por la dieta y la corrupción. Cada gestión edil, pese a las promesas del primer día acaba convertida en una procesión de nuevos funcionarios que desplazan a los anteriores. Así la comuna se convierte en un ghetto de profesionales desplazados por los nuevos contratados que engordan la planilla y el gasto. Por supuesto que los que llegaron con la anterior gestión no se van. La planilla puja.

“Piura: La ciudad que queremos” se denomina el forum convocado por el Colegio de Arquitectos para el próximo 18, el que me han pedido moderar. El panel está conformado por los arquitectos Augusto Ortiz de Cevallos, César Rojas Tafur, el sociólogo Pablo Vega Centeno, la periodista Teo Zavala Palacios y el ingeniero Luis Zegarra Caminatti. Será una exposición de planteamientos técnicos para una ciudad que crece pero no desarrolla. Para una ciudad que todos queremos y soñamos. Una ciudad moderna, amable, segura, pacífica y con alta calidad de vida. La ciudad que queremos existe mientras pensemos en cada uno de nuestros niños los que extrañamente no aparecen en las propuestas electorales ganadas por la voracidad de votos.

LA CIUDAD QUE FUIMOS Y QUE AMAMOS


Por: Miguel Godos Curay
Tenemos que sacudirnos para despertar y darnos cuenta que si no nos unimos somos débiles frente a la desesperanza y la violencia. No se piense que tras el vandalismo desbocado no hay criminales que ganan a río revuelto. Los hay de todo pelaje. Algunos son lobos disfrazados de corderos. Otros disfrutan del temor y la incertidumbre exacerbando conflictos sociales, enfrentándonos a unos con otros. Luego aparecerán solidariamente comprometidos con estas causas sin causa que significan perpetuar el desorden y el caos. Así seguiremos siendo tierra de nadie. Fomentando el atropello a la propiedad privada y pública. Según este desvencijado criterio: “la tierra no es de su propietario sino de quien la necesita incluso para malvenderla”.

La mejor forma de acceder a la propiedad según esta intestina manera de ver las cosas es la “apropiación ilícita”, el “robo”, el hurto famélico y el satisfecho. De este modo enervamos una patente de corso para arrojar, sin miramientos, los desperdicios en la vía pública. Todo está permitido: el mear y hacer nuestras necesidades fisiológicas donde se nos ocurra sin respeto a nosotros mismos. Las vías y accesos son “propiedad” de quien los ocupa. Los efectivos del orden son el abuso encarnado y no merecen el respeto. Está justificado el hurto en la escuela. En donde el potencial ladrón es un vivo que se aprovecha de la mochila de los tontos. El tiempo se mide por “horas pedagógicas” que curiosamente no son horas educadas sino un sistema de medida que reduce a 30 o 45 minutos la hora diaria de clase.

Así en el mercado, por ejemplo, los kilos tienen a lo sumo 700 gramos. Los comerciantes expenden: “cabeceando” productos buenos y malos o “chicos” y “grandes”. Toda oferta a precio módico no es otra cosa que un eufemismo para vender lo invendible. ¡Esta es nuestra precaria y en apariencia inverosímil concepción del mundo!

Igualmente podemos seguir hablando del “gobernante que roba pero hace obra”. Del “buen” profesor que pasa por agua caliente a los desaplicados o el que en la universidad tras el examen sustitutorio inventa el “resustitutorio”. Del universitario que se apropia como un pirata de una investigación ajena a la que coloca su nombre como si fuera suya. De esa fe pervertida que le enciende una vela a Dios y otra al diablo. Del que se santigua de rodillas pero le hace guiños al demonio en La Huaringas. Del que finge amor para la fotografía. Del que no se acepta a sí mismo y recurre el falsete de la tinta y la cosmética. De la doncella que finge virginidad tras kilómetros de recorrido a 120 por hora y sin semáforos morales.

De la falsa lealtad política. De los áulicos que repiten en corifeo: “Contigo hasta la muerte…” y con el puñal de la traición te desflecan el alma. De los matones a sueldo que ofrecen sus servicios al mejor postor. De los que te ayudan porque están mirando en donde morderte. De los que inventan dificultades para vender facilidades. De los que presumen con decoro de señorita antigua para la foto. De los perjuros. De los músicos que soplan pero en esencia están despojados para la música. De lo que revientan a más no poder pero no tienen papilas para sentir el sabor de las cosas.

De los que procrean como las reses porque sus espermatozoides no conocen el verbo amor. De los que lloran a sus deudos con un antifaz de odio y rencor. De los que no tienen ni papá ni mamá, porque la duda metódica no les resuelve la fractura de su origen. De los que leen y no entienden. De los que alimentan su envidia y deseos con lo que otros tienen y nunca podrán alcanzar. De los que creen que la felicidad no existe porque beben de su amargura y su incapacidad de soñar una Piura en la que puedan habitar los hombres, las mujeres los niños y las lagartijas. En donde se pueda mirar al cielo y contemplar las estrellas en la quietud de la noche. Y en donde se pueda escuchar a la viandera:”frito..frito…frito calientito” la mañana del domingo. O un sonoro –“Buenos días de Dios” a la lechera que recorre tempranera desde los Ejidos, Piura. ¿Costará tanto el levantar de sus escombros esta arquitectura moral de la ciudad que fuimos y que en silencio amamos?.

domingo, 19 de septiembre de 2010

CANDIDATOS SUSCRIBEN COMPROMISO PARA PROMOVER DESARROLLO HUMANO

Piura,18.09.2010.- Los candidatos a la alcaldía de Piura participantes del foro “Piura la ciudad que queremos” por el Colegio de Arquitectos del Perú, filial Piura suscribieron la Declaración de Piura en la que se comprometen a: preservar el patrimonio monumental de Piura y el trazo originario de la ciudad como testimonios de su evolución urbana y de su historia. Suscribieron la declaración Marco Vargas Trelles (Apra), Wilmar Elera García de Alianza para el Progreso, Janet Feria de Tong de Acción Popular, Oscar Miranda Martino de Unidos Construyendo y Hermer Alzamora Román del Partido Popular Cristiano.

Otros de los compromisos son el iniciar una gestión desconcentrada que facilite la incorporación de los pobladores de la periferia a los planes de desarrollo locales. También un eficiente control urbano que procure el mejor uso del espacio evitando la tugurización y la afectación del paisaje. Todo ello con gestiones transparentes sujetas a la vigilancia ciudadana. El objetivo es brindar información sobre la gestión para una efectiva vigilancia ciudadana.

Se considera prioritario privilegiar el mejor trato al niño y a la madre como posibilidades de alcanzar un desarrollo humano que sirva de soporte a un desarrollo social y sostenible. También el mejorar la calidad de la inversión pública teniendo en cuenta la integración y los impactos beneficiosos de la inversión que fomenta el empleo y las oportunidades de comercio y negocio.

Uno de los problemas que los candidatos se comprometieron a abordar fue el tratamiento integral del problema que actualmente representa la acumulación de desperdicios sólidos formulando una estrategia que permita el reciclaje pero en forma técnica y ordenada. Sí como la recuperación del Río Piura actualmente contaminado por la descarga de alcantarillas y excretas convirtiéndose en un riesgo para la vida, el cuerpo y la salud.

Otro de los compromisos es el fomentar las áreas verdes y preservar las áreas destinadas a la recreación y el esparcimiento. Y sostener una convocatoria abierta a los colegios profesionales y gremios para formular un Plan de Desarrollo Territorial que teniendo como horizonte inmediato el bicentenario de la Independencia Nacional (2021) se proyecte a la Piura del futuro que todos queremos: segura, saludable, ordenada y atractiva para las inversiones.

El foro se centró en las propuestas de los candidatos a la alcaldía provincial de Piura para enfrentar las necesidades de la ciudad teniendo en cuenta prioridades, sus expectativas de futuro y la necesidad de articular propuestas que involucren al Estado, la Sociedad Civil y el empresariado en una gestión municipal eficiente.

Según indicó el Decano del Colegio de Arquitectos Pablo Zegarra Ferreyra, el objetivo del debate fue en todo momento fomentar el conocimiento de las propuestas de los candidatos para hacer de Piura una ciudad moderna, amable, segura, pacífica y con alta calidad de vida. Se consideran aspectos fundamentales: El ordenamiento territorial, la seguridad ciudadana, la generación de ingresos, la educación para la vida y la productividad, como ejes centrales de la acción municipal.Participron en el panel el sociólogo Luis Vega Centeno, el arquitecto César Rojas Tafur, la periodista Teodosia Zavala Palacios y como moderador Miguel Godos Curay, director de la Escuela de Comunicación Social de la UNP.

DECLARACIÓN DE PIURA

Los abajo suscritos candidatos a la Alcaldía Provincial de Piura nos comprometemos, de llegar al Gobierno Local de Piura a cumplir con la siguiente declaración y compromiso:

1. A preservar el patrimonio monumental de Piura y el trazo originario de la ciudad como testimonios de su evolución urbana y de su historia.

2. A realizar una gestión desconcentrada que facilite la incorporación de los pobladores de la periferia a los planes de desarrollo locales.

3. A un eficiente control urbano que procure el mejor uso del espacio evitando la tugurización y la afectación del paisaje urbano.

4. A procurar gestiones transparentes sujetas a la vigilancia ciudadana. Nuestro objetivo es brindar información sobre la gestión para una efectiva vigilancia ciudadana.

5. A privilegiar el mejor trato al niño y a la madre como posibilidades de alcanzar un desarrollo humano que sirva de soporte a una desarrollo social y sostenible.

6. A mejorar la calidad de la inversión pública teniendo en cuenta la integración y los impactos beneficiosos de la inversión que fomenta el empleo y las oportunidades de comercio y negocio.

7. A un tratamiento integral del problema que actualmente representa la acumulación de desperdicios sólidos formulando una estrategia que permita el reciclaje pero en forma técnica y ordenada.

8. A la recuperación del Río Piura actualmente contaminado por la descarga de alcantarillas y excretas convirtiéndose en un riesgo para la vida, el cuerpo y la salud.

9. A fomentar las áreas verdes y preservar las áreas destinadas a la recreación y el esparcimiento.

10. A una convocatoria abierta a los colegios profesionales y gremios para formular un Plan de Desarrollo Territorial que teniendo como horizonte inmediato el bicentenario de la Independencia Nacional (2021) se proyecte a la Piura del futuro que todos queremos: segura, saludable, ordenada y atractiva para las inversiones.