viernes, 11 de septiembre de 2009

EL DESARROLLO DEL NORTE DEL PAIS


Por: Guillermo Russo Checa
Embajador* DIRECTOR DE LA OFICINA DESCENTRALIZADA NORTE DEL MINISTERIO DE RR.EE.


Hace dos años el grupo Norte, formado por empresas mineras en Cajamarca, le encargó a Roger Cabos que realizara un estudio sobre el potencial minero de la región y su conclusión fue: “El valor de las reservas está por el orden de los US$142.000 millones de dólares”. Por ejemplo, esto podría significar, siempre con la condición de una minería sostenible y responsable, la producción de US$1.400 millones anuales durante 100 años, con su respectivo impacto en el canon minero de Cajamarca, en el desarrollo de programas sociales y en contribuir a sacar de la pobreza a más del 50% de la población, según cifras del BCR. Es una obligación moral de los cajamarquinos y de la sociedad civil poner en valor esta riqueza que duerme “el sueño de los justos” y así beneficiar a los más pobres siendo una riqueza que le pertenece a todos los peruanos.
Entre los grandes proyectos polimetálicos de cobre en el norte: Galeno, Río Blanco, La Granja, Conga y Michiquillay, suman inversiones que podrían llegar a los US$10.000 millones de dólares durante los próximos 5 años en sus etapas de construcción. Luego, los cuatro millones de toneladas anuales promedio de concentrado de cobre que podrán producir estos proyectos deberán ser transportados a la costa. Es ante esta necesidad que surge y se justifica económicamente otra gran oportunidad para el desarrollo del país, también gracias a la minería: un gran proyecto ferroviario que interconecte a las regiones norteñas.
En su primera etapa este gran proyecto ferroviario del norte interconectaría Cajamarca, donde se ubican los proyectos referidos; con Lambayeque, donde está el proyecto Cañariaco; y Piura, que cuenta con el gran potencial minero no metálico de Bayóvar (fosfatos, salmueras, calcáreos, yeso y diatomitas). Adicionalmente, Bayóvar, como punto de destino final es el puerto natural que podría ser utilizado en el desarrollo de este proyecto, es además donde se debería contar con una fundición que permita producir un millón de toneladas anuales de cobre fino y es también donde se proyecta la instalación de una planta de producción de fertilizantes sobre la base del potasio. Todo ello una oportunidad para gestionar un modelo ambientalmente sostenible y socialmente responsable en la zona.
El desarrollo de los ferrocarriles traerá un cambio radical en el norte del país, que beneficiará a la sociedad en su conjunto, unirá a los pueblos y generará puestos de trabajo en su construcción, operación y mantenimiento. En el caso de Canadá los ferrocarriles han sido un importante motor de su desarrollo social y económico. Con más de 55 mil kilómetros de vías construidas en un territorio altamente hostil y abrupto, fueron precisamente los ferrocarriles los que lograron integrar grandes comunidades que estaban aisladas de manera improductiva, sin calidad de vida y con un bajo nivel de desarrollo.
Estamos en “búsqueda del tiempo perdido”. El Perú no pasa de los 2.000 kilómetros de vías férreas construidas en los últimos 100 años, y en el caso de Piura solo basta recordar la importancia de las rutas Paita-Piura-Catacaos, Paita-Sullana, Talara-Zorritos con casi 120 kilómetros, como ejemplo de lo que destruimos hace casi 50 años. Esta modalidad de transporte integró en su momento a buena parte del Perú y después fue abandonada inexplicablemente por los gobiernos en el siglo XX. La última inversión importante en vías férreas fue la de Southern Perú hace 51 años, en una ruta de 215 km, con capacidad de 30 toneladas y que aún transporta un promedio de 5.500 millones de toneladas brutas.
Por otro lado, el desarrollo ferroviario del norte del país también tendrá importantes repercusiones en las relaciones y en los procesos Perú-Ecuador, Perú-Brasil y de los tres entre sí, produciéndose una enorme revolución económica y social en el norte peruano (costa norte, sierra norte y la selva nororiental), el sureste ecuatoriano y noroeste brasileño sobre la base del potenciamiento de los sistemas de transportes. Hablamos de una interoceánica intermodal (terrestre, fluvial y ferroviaria) además de la natural conexión aérea que se deberá dar entre Piura-Paita (Ceticos) y Brasil-Manaos (Suprama) en el corto plazo por el comercio y la industria que ya ven su crecimiento a la luz de los TLC, que ya tenemos con Singapur y Tailandia, los que firmaremos este año con Corea y la República Popular China y el próximo año con Japón y con el gran mercado de los países que forman el APEC. (El Comercio, 11.09.09)
Foto: Fosfatos de Bayóvar.

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